Turismo de Naturaleza
Explora la Magia del Corredor del Duero: Un Paraíso de Ríos, Bosques y Montañas
El Corredor Ecoturístico del Duero es un paraíso natural, una invitación a perderse en la naturaleza más auténtica de la provincia de Zamora. Siguiendo el curso del río, el corredor conecta varios municipios llenos de encanto, donde se mezclan paisajes espectaculares, biodiversidad y tradiciones vivas. Este entorno permite al viajero disfrutar del turismo de naturaleza a través de sus rutas de senderismo, cicloturismo, avistamiento de aves o deportes acuáticos. El lugar perfecto para desconectar y reconectar con la esencia del paisaje rural.
Como destino único, con una fuerte identidad transfronteriza, te hará vivir el Duero no sólo como un río, sino como el eje de un viaje inolvidable en el que adentrarte en espacios protegidos como los Arribes del Duero o las Riberas del río y sus afluentes.
Turismo de Naturaleza
en el Corredor del Duero
El Corredor del Duero es un lugar privilegiado para los amantes de la ornitología. Los Arribes del Duero, con sus impresionantes acantilados y riberas, son el hogar de especies como el buitre leonado, el águila real, la cigüeña negra y el alimoche. Además, las riberas y humedales atraen a numerosas aves acuáticas, como garzas y patos.
La red de senderos del Corredor del Duero ofrece rutas para todos los niveles. Destacan caminos como las Rutas de los Arribes, que permiten disfrutar de vistas panorámicas del cañón del Duero, y los senderos que recorren bosques, riberas y pueblos tradicionales.
Para los aficionados al ciclismo, el corredor cuenta con rutas señalizadas que atraviesan paisajes variados, desde llanuras hasta zonas montañosas. El entorno natural y la baja densidad de tráfico hacen de este lugar un destino ideal para recorrer en bicicleta.
Los municipios del Corredor del Duero ofrecen experiencias de agroturismo, donde los visitantes pueden participar en actividades rurales como la recolección de productos locales, la elaboración de queso o el cuidado de animales. Es una oportunidad para conocer la vida tradicional de la comarca.
El río Duero y sus afluentes son ideales para actividades como el paseo en barco, el kayak o la pesca. En los Arribes del Duero, los paseos en barco permiten admirar los impresionantes acantilados desde una perspectiva única.
La biodiversidad que prolifera en este entorno es excepcional. De hecho, se considera uno de los espacios naturales más valiosos para la fauna de toda Europa.
En sus bosques, riberas y zonas rocosas habitan especies como el zorro, el jabalí, el corzo, y la nutria; pero, sobre todo, se convierte en hogar esencial para multitud de aves como el buitre común, la cigüeña negra o el águila real, que encuentran en las grandes paredes graníticas del cañón del río el espacio perfecto para anidar y reproducirse.
La flora crece alentada por un microclima de corte mediterráneo que ha permitido desarrollarse a especies como los alcornoques, los enebros, los olivos o, incluso, los naranjos.
- Fauna: En el entorno del Parque Natural conviven cerca de 300 especies de aves diferentes como el águila real, el halcón peregrino, el buitre leonado, el alimoche, o grandes joyas de los Arribes como el águila perdicera, la collalba negra y la cigüeña negra, en peligro de extinción. Además, abundan reptiles como la lagartija colilarga o el lagarto ocelado, y mamíferos como la gineta, los jabalíes o los corzos.
- Flora: En esta zona crece una vegetación baja de tipo mediterráneo, como las jaras, las esobas, el espliego y la lavanda. Su peculiar clima también explica la existencia de rincones tan singulares como el alcornocal de Fornillos de Fermoselle, o de especies mediterráneas como los olivos, las viñas, los enebros o los madroños.
Los Arribes del Duero, como espacio natural protegido, son uno de los mayores atractivos del Corredor Turístico del Duero. La tenacidad del río, empeñado en horadar durante millones de años el batolito granítico de la comarca de Sayago, ha dado lugar a este impresionante paraje que delimita de forma natural la frontera entre España y Portugal.
Llamativos cañones fluviales, acantilados imposibles y miradores con vistas espectaculares son el resultado de esta inmensa garganta geológica, una herida abierta por el cauce del río que deja un importante desnivel de hasta 200 metros de altura en algunos puntos.
El microclima generado en este espacio ha hecho posible un gran desarrollo de su biodiversidad, que goza de una riqueza tal que en ella conviven especies propias del clima mediterráneo, raras avis en Castilla y León.
Este territorio, que comprende unos 180 km de cañones fluviales entre las provincias de Zamora y Salamanca, está catalogado como Zona De Especial Protección para las Aves (ZEPA), Zona Especial de Conservación (ZEC) y está declarado Reserva de la Biosfera por la Unesco.
Un total de 37 municipios entre las dos provincias forma parte del Parque Natural, pueblos cargados de tradición y de historia que atesoran, además, un privilegiado entorno natural en el que descubrir los acantilados más asombrosos de España.
El río Duero, el río Duradero, como lo llamaba el poeta Claudio Rodríguez en uno de sus poemas, se erige como eje vertebrador del Corredor Turístico del Duero. El líder indiscutible de un ecosistema inigualable que se deja bañar por sus afluentes, con riberas llenas de vida y paisajes de gran belleza.
Estos cursos de agua, a veces mansos, a veces salvajes, son el auténtico corazón del corredor, que dejan a su paso lugares perfectos para el descanso y la contemplación.
Entre los principales afluentes destacan el río Tormes, que se une al Duero junto a la localidad de Fermoselle, y el Esla, que lo hace más al norte, en la localidad de Villalcampo, aportando gran parte del agua que recorre esta tierra.
Pero lo que realmente multiplica la riqueza hídrica del corredor es la cantidad de arroyos y riberas que surcan el territorio, convirtiéndose en los verdaderos responsables de mantener hábitats más frágiles, de regar las huertas y dar vida a numerosas especies de fauna y flora.
Es en el Parque Natural de los Arribes del Duero donde esta red hídrica cobra mayor protagonismo, dando lugar a un paisaje donde el agua se funde con el entorno natural formando pequeñas lagunas e irrumpiendo con impresionantes cascadas y saltos, como las Cascadas de Abelón, la de Aguas Bravas en Mámoles o la Cascada de las Pilas en Almaraz de Duero.
Arribes del Duero:
Un Espacio Natural Único
Los Arribes del Duero son uno de los mayores atractivos del Corredor Turístico del Duero. Este espacio natural protegido, que forma parte del Parque Natural de Arribes del Duero, destaca por sus impresionantes cañones fluviales, acantilados y miradores con vistas espectaculares. Es un lugar ideal para la observación de aves, el senderismo y los paseos en barco.
Municipios del
Corredor Ecoturístico del Duero
Recomendaciones para el visitante
- Llevar calzado cómodo y ropa adecuada para actividades al aire libre.
- Respetar el entorno natural y seguir las normas de conservación.
- Consultar la información turística local para conocer las mejores rutas y actividades.
- Disfrutar de la gastronomía local, con productos como el queso, el vino y los embutidos.