Esta ruta te sumerge en el corazón vinícola de la provincia de Zamora, en una comarca que abarca 46 municipios zamoranos y 10 salmantinos, un territorio de casi 1.800 km². Es un destino ideal para los amantes del vino y la cultura, que podrán visitar bodegas centenarias, muchas de ellas con viñedos con una edad media de 65 años. La experiencia va más allá del vino; la ruta está salpicada de joyas arquitectónicas, desde el Románico del siglo XI hasta el Modernismo del XX en la propia ciudad de Zamora, y es atravesada por la histórica Vía de la Plata.
Además del vino, la gastronomía local es una de las grandes protagonistas. La ruta ofrece la oportunidad de degustar productos autóctonos como el Garbanzo de Fuentesaúco, quesos, embutidos y una cocina castellana tradicional con platos como el lechazo o la Ternera de Aliste. También se pueden realizar actividades al aire libre como senderismo, piragüismo y paseos a caballo, y participar en festivales locales. Es una experiencia completa que se adapta a los intereses de cada visitante.