Esta ruta te lleva a los impresionantes cañones que el río Duero ha esculpido en la frontera entre España y Portugal. El microclima único de la zona ha permitido el cultivo de viñedos con variedades autóctonas como Juan García, Garnacha, Rufete y Bruñal. La oferta de la ruta es muy variada y va más allá de las catas de vino, con más de 40 socios entre bodegas, alojamientos, restaurantes, museos y empresas de turismo activo.
Podrás disfrutar de actividades como paseos en barco por el río, rutas en 4×4, y explorar un patrimonio cultural que incluye yacimientos prehistóricos, bodegas subterráneas, queserías y talleres de artesanía local. La gastronomía es otro de los puntos fuertes, con platos tradicionales como asados, embutidos y pescados de río, maridados con los excelentes vinos de la región.